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Ecoturismo. Un ejemplo de conservación de la fauna en Oaxaca

Actualizado: 1 jul 2020

Son infinitas las historias sobre la explotación de los recursos naturales a lo largo de la historia, pero a medida que hemos ido enfrentando las consecuencias de devastarlos, han ido apareciendo numerosos caminos para proteger los tan preciados espacios y especies que posee esta naturaleza salvaje. Voy a hablar de la bellísima iniciativa llevada a cabo en México, concretamente en San Francisco Cozoaltepec, en el estado de Oaxaca.


Área Destinada Voluntariamente a la Consevación (ADVC) El Gavilán.




Antes de empezar ¿Quién es el encargado de conservar los espacios naturales?


Si una comunidad no tiene interés en proteger su entorno, ese lugar está condenado. Por ello, las iniciativas que verdaderamente funcionan para conservar un espacio son aquellas lideradas por las comunidades adyacentes. Ellos son la clave esencial en este gran objetivo.


En el caso de Oaxaca, entre el 70 y 80% de las selvas y bosques son propiedad de comunidades y ejidos, según la CONABIO, por lo que de ellos ha dependido siempre su conservación, teniendo las culturas oaxaqueñas tradiciones muy ligadas a la naturaleza, que han motivado en gran medida la protección y mantenimiento de espacios naturales de gran relevancia para la biodiversidad.


Ave capturada, y posteriormente liberada, para el muestreo de fauna en el ADVC El Gavilán por el grupo local encargado del proyecto


Sin embargo, muchas veces las comunidades se enfrentan a la necesidad de recurrir a explotar los recursos naturales sin saber en qué punto deja de ser sostenible esta actividad. En numerosos casos, son conscientes de ello, pero el bienestar de su familia les preocupa aún más.


El grupo del Área Destinada Voluntariamente a la Conservación El Gavilán


El artículo está dedicado a un hermoso proyecto llevado a cabo en Oaxaca, liderado por un grupo procedente de San Francisco Cozoaltepec que destinó voluntariamente a la conservación el monte de El Gavilán. Más de 60 propietarios decidieron proteger más de 1,300 ha de selva. Llevan una larga carrera trabajando por su conservación, monitoreando especies, reforestando y estudiando todo su potencial.


Ocelote captado por las cámaras en El Gavilán. Foto publicada en el panfleto "Monitoreo Biológico Comunitario en Áreas Naturales Protegidas de Oaxaca".


Pero, hay que vivir de algo, son 60 familias que están dedicando su terreno a la protección de la fauna, en vez de usarlo para su subsistencia. La mejor alternativa que la complementa es el ecoturismo, mostrando al mundo su labor de conservación en estos espacios naturales. Por ello, el grupo está trabajando en la manera de dar visibilidad a su espacio y conseguir mantenerse con ello.


Uno de los obstáculos más difíciles por el que pasaron fue la aparición de un cazador furtivo que se llevó a un puma que vivía allí desde hacía unos años. Su desaparición y posterior aparición de su piel en venta les venció por un momento, pues llevaban mucho tiempo monitoreando con entusiasmo a ese ejemplar que vivía en el monte que ellos cuidaban. Sólo les venían preguntas a la cabeza: ¿Qué podríamos haber hecho mejor? ¿Cómo podemos proteger aquello por lo que tanto estamos trabajando?


Ellos siguen activos, siguen tratando de embarcarse en el mundo de la conservación y del ecoturismo, luchando para que sus esfuerzos mejoren el estado de la selva El Gavilán y de la vida que alberga, consiguiendo que un día sus cámaras vuelvan a captar al rey de la selva que un día vivió dentro de sus límites: El jaguar.

Jaguar en La Fortaleza, foto publicada en el panfleto "Monitoreo Biológico Comunitario en Áreas Naturales Protegidas de Oaxaca".








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